miércoles, 8 de agosto de 2012

мoмenтoѕ мecedora..

"Hoy te escribo con una sonrisa entre los dedos.

Sobreviviste un día más, y eso no es que sea mucho, eso es que lo es todo. Las estadísticas, las muy putas, cuentan que doscientas treinta y pico mil personas en todo el mundo nunca más podrán decir lo mismo. Y si ya no estás, ya ves qué estupidez plantearse nada.

Esto hay que celebrarlo, no estás bajo tierra (aunque vayas en metro) y no sufres de estupdez (aunque me estés leyendo a mí). Vamos allá, mira a tu prójimo, el que tú quieras. Una pista, invisibles con pinta de cualquiera disfrazados de nadie. Elige a uno. Él también sobrevivió. Igual deberías ayudarle a que él también lo celebre. No te aconsejo que lo abraces, no vaya a ser de los que sólo se volverán a duchar cuando su equipo juegue en primera. Pero sí te recomiendo que lo mires fijamente, estires tu boca en algo parecido a una sonrisa y te quedes así hasta que lo acabes desnudando de su anonimato. La cantidad de momentos interesantes que habrán empezado así a lo largo de la historia (con un par de anónimos, desnudos y sonrientes).

Ahora repasaremos tu agenda. Dícese de la lista de cosas que tendrías que hacer hoy, si no fuese porque seguramente te faltará tiempo para una mitad, y porque la otra mitad se verá modificada de manera inesperada a lo largo del día. Atención pregunta. ¿Hay algún momento mecedora? Mi amigo D llama así a los momentos que, de aquí a muchos años, recordarás cabalgando una mecedora, mientras tus nietos se preguntan de qué te ríes. Si no lo hay, si hoy no tienes previsto algo tan imprevisto que merezca la pena haber gastado un día menos hacia tu eterna nada, vuelve al principio del texto y comienza de nuevo."

Risto Mejide -El sentimiento negativo-.

la eѕpera..

"Me encanta echar de menos. Es de las cosas más bonitas que pueden pasarme por dentro. Saber que hay algo o alguien que está separado de mí por una distancia o un tiempo insalvables, y aun así, quererle bonito y desearle bien, pero de lejos. Amar la ausencia del que va a volver tiene algo tremendamente excitante, la de rellenar su hueco con retales de sueño e ilusión." 
Risto Mejide -El sentimiento negativo-.

El placer de esperar...

Y es que nos pasamos casi toda la vida esperando... Siempre tenemos una fecha señalada en el calendario, una celebración, una persona con la que volvernos a encontrar, el comienzo de las vacaciones, una fiesta...

Hay veces que somos más felices en la espera, que en el mismo encuentro o actividad. Hay veces en las que cuando llega el momento, nos decepcionamos. Pero la espera no decepciona, la espera viene en blanco y negro y se deja pintar de colores, de nuestros colores, de nuestros recuerdos, de nuestras espectativas...

La espera es nuestra, la hora de la verdad pertenece al destino...