sábado, 23 de abril de 2011

нay perѕonaѕ (II)


Hay personas que faltan porque no están.
Y personas que están, pero aún así, faltan.

Hay muchos tipos de distancias.

La distancia más difícil de sobrellevar, la más larga, la más complicada de asimilar… la distancia infinita es la que más duele.

A veces crees que lo has superado; consigues hablar de ello sin que te tiemble la voz.

Pero llega el día en que te das cuenta que no es así, que esa pérdida es imposible de superar, y que lo que hacemos simplemente es aprender a vivir con ello.

Pero está el recuerdo, el que te hace esbozar una sonrisa y el que te hace derramar una lágrima. El que en el fondo duele como aquél primer día sin esa persona…

Pero al fin y al cabo, es la única forma de salvar esa distancia imposible por unos segundos.

Es el recuerdo lo que tenemos que conservar, el enlace, la unión, el vínculo… Es lo único que nos queda, lo único que nos puede acercar a esa persona.

Es el recuerdo el que recorre esa distancia inexistente.

нay perѕonaѕ (I)


Hay personas que faltan porque no están.
Y personas que están, pero aún así, faltan.

Hay muchas clases de cegueras. Sea cual sea ésta, llega un momento en que la venda desaparece y la realidad cae ante ti.

Mi venda se marchó hace unos días.

La admiración que arrastro desde pequeña y el enorme cariño hacia esa persona han hecho que sean pocas cosas las que he valorado negativamente sobre él.

Hace poco comprendí que la admiración y el cariño eran de tal magnitud, que no me había dado cuenta de cuánto me falta en mi día a día.

Me falta un gesto, un consejo, una despedida y un recibimiento. Me falta una pregunta, una conversación significativa. Me faltan incluso las peleas.

Me faltan fotos, sonrisas, besos. Me faltan palabras cariñosas, palabras críticas, palabras de aliento.

Me falta un universo de hechos insignificantes que veo cada día entre personas que me rodean.

La venda me ha permitido ver, pero antes me equivoqué: no se ha marchado. No puedo evitar admirarlo y quererlo, y recordar toda mi infancia pegada a él.

Con venda o sin ella, es una de las personas más importantes de mi vida.

miércoles, 6 de abril de 2011

>> 22.jυnιo.2oo9

Parece imposible que hoy se hayan cumplido dos años. Que hayan pasado dos años desde aquel día en que mi vida dio un vuelco, desde que me privaron de tu compañía, desde que a ella le cambió la cara…

Parece mentira que todavía no haya conseguido acercarme a tu recuerdo sin derramar ni una lágrima…, que no haya conseguido dejar de soñar que tu sigues aquí…, que no haya superado aquella barrera que hace dos años se alzó ante mí.

Desde aquel día ya nada es igual… todo perdió la importancia que tenía… Mi mundo cambió ese día…

Sé que mi subconsciente espera encontrarte un día… no se cómo explicarle que te fuiste “para siempre”.