Jamás pensé que podrían ser más de una. He de confesar que en muchos momentos de mi vida me he
sentido desafortunada respecto a la amistad.
Hoy puedo decir que tengo suerte en ese sentido.
Ciertamente, he cambiado la manera de ver a los amigos.
Quizás el no esperar mucho, hace que lo que reciba me parezca una verdadera
fortuna.
Hoy valoro cada persona que me hace sonreír, cada persona
que pasa por mi vida (unas de puntilla y otras dejando más que huellas), cada
persona que provoca positividad en mi siempre pesimista forma de ver las cosas,
cada persona que despierta sentimientos de cualquier tipo en mi interior…
No puedo pasar un día sin saber
de ellas, sin contarle cualquier contratiempo, absurdez o alegría que pase por
mi vida. Personas que forman parte de los recuerdos más alegres, de las
aventuras más impensables, de las llantinas más inexplicables… Cuando las conocí no me podía imaginar que hoy llegarían a ser tan importantes para mí. Me faltan palabras para describir lo indispensables que son.
Son mi polo
positivo, mi optimismo, mis mejores ejemplos a seguir… Ellas ponen una sonrisa por
delante de todo, siempre tienen una palabra de ánimo, son la fuerza y la
entereza, son mujeres en mayúsculas.
Ellas son cómplices. Algunas nos conocemos
más y otras menos, pero con todas siento una especial conexión, una manera de
ver la vida similar a la mía, una forma de sentir parecida…
Mi día a
día, las que alegran mis horas, las que hacen que olvide cada espinita por ratitos,
las que hacen más livianas las clases.
Forman
parte, sobre todo, de mis fines de semana, pero sé que puedo acudir a ellas con
cualquier inquietud, sé que están ahí siempre y me hacen sentir importante por
el simple hecho de depositar su confianza en mí.
Después de
tanto tiempo siguen estando en esta lista y demostrando día a día que merecen
la pena. Con más o menos confianza, con más o menos momentos compartidos siguen
ocupando su posición, y es evidente que lo harán durante mucho tiempo.
Cada día descubro lo mucho que
comparto con ellos, la falta que me hacen. Ellos son los primeros y más
importantes amigos. Claro está que no piensas en tu familia para salir una
noche, pero a veces, son los causantes de esos momentos de risa en los que
tienes que parar porque llegas a ahogarte. Son lo primero en lo que pienso
cuando hago recuento de mis suertes.
Hay muchas más, cada persona que
conozco, cada persona con la que cruzo una mirada o palabra, cada persona que
ocupa mi mente por un segundo…
Personas que hacen afortunado este 2012.
Personas que son parte de mí.
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