Llegó.
Ha vuelto.
Aquí está: el miedo.
El desequilibrio, la impaciencia, la incertidumbre.
El freno en las agujas del reloj.
La mente en blanco teñida con mil pensamientos.
El valor. La sonrisa fingida.
Y la balanza. La sentencia. La razón a la razón.
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