martes, 22 de abril de 2014

E inmediatamente después...

Qué importante es el equilibrio, la serenidad. Pensar con el filtro de la sensatez. Suavizar las curvas, calmar la calma. Ver lo bueno. Confiar...

Qué importante es controlar la importancia. Dosificar las emociones. Parar y sentir justamente. Ordenar los caudales que llegan sin saber dónde ni por qué.

E inmediatamente después, todo vuelve a su sitio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario